martes, 19 de junio de 2012

OTRA VEZ ''EN CAPILLA''


       Me pregunto cuando se acabará esto, tal como el gato Jinks odiaba ''a lo roedore con toa mi arma'' yo odio los Hospitales pero parece que es mi sino fatal el estar rodeada de galenos y andar por los pasillos en tropel con dolientes de todos los estilos buscando la consulta del o de la Dr./Dra.tal o cual que me hará otra ITV de esas. Ya no sirvo ni para el desguace lectores mios, es queeee... esteee... yo pensaba donar alguno de mis órganos por si le pudieran servir a alguien pero no es posible, ni hígado porque he tenido hepatitis tóxica, ni riñones porque tengo arenillas, ni retinas porque veo menos que una ostra en una caja, del corazón me han dicho que hay una ''itis'' congénita y no sirve para dar, ¡Jesús!....

 Y ahora lo peor: pasado mañana me harán una vertebroplastia lumbar inyectándome con una aguja de vacunar caballos un cemento en el sitio adecuado para que una vértebra lumbar a punto de romperse se quede como las rosas y pueda presentarme a la próxima Olimpiada en la especialidad de 100 m. vallas, ¡o eso espero! porque al ver ese canuto caballar casi me da un síncope y he estado aterrorizada desde entonces. Menos mal que mis hijos me dan muchos ánimos y me recuerdan que cosas peores he experimentado quirúrgicamente y que lo mejor es que será sin anestesia general, porque se supone que me pondrán una especia de epidural como a las embarazadas o algo así, prefiero no pensarlo ¡ Señoooor! ¡ S.O.S !. Me llevaré por si acaso un tanque de Repsol lleno de Tila, no vaya a ser....

Y ahora que lo pienso, como quiero que me incineren y depositen mis cenizas en una 'urna ecológica' de esas que tienen un arbolito para que me planten en Luneda, ya Sam me ha dicho que quiere un Magnolio, pues podrán revolver antes para recuperar el Titanio de mis grapas cocoteras y vendérselo al Guggenheim, ¡digo yo!. Es que ahora seré una especie de Bâ/Robocop: cemento donde la espalda pierde su honesto nombre como el Empire Sates Buildig, grapas metálicas en la azotea como el Guggenheim de Bilbao... y menos mal que no pienso ponerme tetas postizas ni botox en las patas de gallo, que si no en vez de en  Luneda tendrían que dejarme en un desguace  de ferralla con lavadoras, neveras y coches accidentados para no contaminar el medio ambiente. Abur queridos lectores, ya os contaré si puedo inscribirme en el Maratón de la Olimpiada de London flanqueada por Paquita que ladra inglés, OK!