Después del anterior artículo bastante depresivo he recordado que guardaba estas imágenes del pasado día de Navidad y he sonreído de nuevo con la imagen de Bosco El Sonriente con esa expresión pícara que le ha valido por parte de su madre el apodo de Seductor, de modo que este diablillo inquieto pasará a los anales como Bosco El Seductor. ¿A que es guapísimo?.
Nos ha encandilado a todos incluida Paquita. Tiene el carácter y encanto de su padre cuando era un niño, correteando de acá para allá feliz de haber descubierto el placer de poder desplazarse sobre sus piernas y sonriéndole a todos mientras corre por la calle a lo loco. Recordé con él los días de carreras tras su papi en el parque de El Castro cuando al menor descuido mientras echaba el azúcar en mi café, otras mamás salían disparadas tras él que con sus veloces piernecillas ya estaba corriendo tras un perro, una pelota perdida o lo que fuese en el quinto pino. Muchas veces he temido que en una de esas escapadas alguien lo raptase porque era muy sociable y simpático y
ahora resulta que es EL quien corre detrás de su clon, yo lo llamo 'justicia cósmica'...
Y aquí están fotografiadas tres cosas por las que sonreir. Cada vez que se juntaban mis dos hijos varones con sus barbas canas y sus preciosos ojos verdes me entraba una ternura infinita y ahora que además tengo el clon de uno de ellos seguramente se me pone la expresión de ese padrino barbudo y me quedo sin palabras. ¡Dios, les amo tanto que no me cabe dentro!
Nos ha encandilado a todos incluida Paquita. Tiene el carácter y encanto de su padre cuando era un niño, correteando de acá para allá feliz de haber descubierto el placer de poder desplazarse sobre sus piernas y sonriéndole a todos mientras corre por la calle a lo loco. Recordé con él los días de carreras tras su papi en el parque de El Castro cuando al menor descuido mientras echaba el azúcar en mi café, otras mamás salían disparadas tras él que con sus veloces piernecillas ya estaba corriendo tras un perro, una pelota perdida o lo que fuese en el quinto pino. Muchas veces he temido que en una de esas escapadas alguien lo raptase porque era muy sociable y simpático y
ahora resulta que es EL quien corre detrás de su clon, yo lo llamo 'justicia cósmica'...
Y aquí están fotografiadas tres cosas por las que sonreir. Cada vez que se juntaban mis dos hijos varones con sus barbas canas y sus preciosos ojos verdes me entraba una ternura infinita y ahora que además tengo el clon de uno de ellos seguramente se me pone la expresión de ese padrino barbudo y me quedo sin palabras. ¡Dios, les amo tanto que no me cabe dentro!