jueves, 12 de enero de 2012

Charcuteria global

Pues si señores, tendré que preguntarle a mi médico de cabecera si los laboratorios farmacéuticos están preparando una vacuna contra la peste porcina humana porque en cuanto me pongo a ver los noticiarios de la tele me sube el colesterol a pesar de haber dejado de injerir productos del gorrino y tardar mas de lo normal en hacer la compra leyendo esas etiquetas que dicen 'componentes' e informan de las guarrerias que contienen los productos alimenticios.

Yo creo que la tan sonada 'crisis' no se hubiese producido de existir esa vacuna y aprovechando la gripe porcina desatada en Méjico haber vacunado con ella a toda la clase política, banqueros y personas que manejan dineros públicos, además con tanta charcuteria televisiva también me sube la tensión arterial ......¡en fin! a ver que me dice mi galeno porque si no tendré que seguir buscando una isla desierta con palmeras datileras y cocos o restaurar algún cenobio abandonado en Los Pirineos donde no haya charcuterías y coexistir con buitres leonados y alimoches.

De momento y a la espera de esa vacuna salvadora me sube la tensión y el colesterol cuando deduzco de los telediarios que hay Comunidades Autónomas arruinadas por el gasto desmedido de productos del gorrino ibérico y también me entero de que una modesta Caja de Ahorros de no sé dónde ha celebrado su particular ''Exaltación del Cerdo Ibérico'' con sustanciosos obsequios al ' chorizo da terra'.

Lo malo de todo esto es que no tiene remedio a no ser que el 'amado pueblo' vuelva a instalarse en los tiempos de Atapuerca y comience de nuevo el sanísimo trueque que no produce colesterol ni sube la tensión arterial. Creo que yo podría hacer cestos y aperos con la ayuda de mi tribu, son todos mañosos artesanos. ¡Ah! y convirtiendo al porquiño en animal en vías de extinción como el oso pardo o el lince y nada de chorizos de ninguna clase ni subproductos provenientes de tan dañino bichejo.

¡Jesús..!